8 de noviembre de 2007

Aghhhhhhhhhhh!!!!!!!!!!

Cuando vivía en Móstoles teníamos un bonito ático donde podía subir a gritar lo que me diera la gana para desahogarme. Ya no lo tengo.

Cuando ella era ella tenía una persona a la que contarle que algo iba mal, y ella me escuchaba. Ahora ya no la tengo. Ya no es ella.

Cuando era pequeña, si algo iba mal mis padres lo iban a arreglar. Ahora lo tengo que arreglar yo sola.

Cuando era más joven pensaba que todo podía cambiar. Pero no todo puede cambiar.

Leia ha pasado de la comida y directamente se ha echado en mis brazos y me ha lamido. Qué listina es...

3 comentarios:

Fiebre dijo...

Pues hay cosas que no pueden cambiar, pero podemos hacer que sean más llevaderas. Recuerda a la doña y el principio 10/90. Y si no tienes ático, búscate uno y grita... Respira hondo y grita fuerte! (A mi me sirve el fútbol)¿Simple? Sí, pero efectivo!

Anónimo dijo...

Hace falta a veces gritar, ya te digo!!. O enfadarse a tope, aunque sea a solas.

Leia ya te va conociendo, si es que...

Anónimo dijo...

Y yo que nunca he chillado así... mal asunto pa' mí.