15 de noviembre de 2007

Muy amable, señorita...

Se agradece que de vez en cuando te digan algo así por teléfono, mejor que... "vale, venga, adios" (vale, todos llevamos prisa y tal y cual, por eso se agradecen estas contadas ocasiones).

Me gusta cuando llama mi "prefe", porque siempre me pinta una sonrisa con su "ay mi niñaaaaaaaaaa, pero qué alegría escuchar una voz agradable a estas horas de la mañana".

Ha sido un día bastante durillo. En el curro, digo. Personalmente ya llevo toda la semana "sin vivir en mí". Pa qué explicarlo, si no lo entiendo ni yo.

Lo que sí me ha jodido más es haber escuchado algo a alguien cuando se suponía que yo no estaba oyendo nada... no nada del otro mundo, simplemente el tono. El tono dice muchas cosas, y ese tono lo conozco. No voy a juzgar a nadie por una sola acción, y menos cuando el resto de acciones son positivas, pero dolerme me ha dolido. Bastante. Cosas del estar hipersensible.

2 comentarios:

Anónimo dijo...

En estos casos SI es procedente el taconazo, ves? Pschhhh tampoco van a aportar nada a tu vida. Pues taconazo y giro de melena. Olé!
(Lo malo es , como nos pasen el copyright, con lo que ganamos :S )

Anónimo dijo...

A mí si me apuras, el tono es todo, sale de las tripas.